Aún no existe completo acuerdo entre los expertos al momento de explicar la finalidad de la piedra de tacita, y se dan al respecto diversas opiniones, estimándoselas destinadas a sacrificios humanos, a juegos de diversión, a piedras de moler, a utensilios en los cuales comía una familia indígena, etc.
En su libro “Prehistoria de Chile Central” René León Echaiz afirma que las piedras de pequeño tamaño no han podido tener otro objetivo que para la molienda; y las de gran tamaño han sido piedras sacramentales para realizar ciertas ceremonias.
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| Conjunto de tacitas de la Cuesta de Chacabuco. |
En lo personal, nos inclinamos a pensar que las piedras tacitas excavadas en grandes rocas vivas, tuvieron una utilidad ajena a las actividades de molienda, basados especialmente en el hecho que suelen encontrarse algo alejadas de las zonas apropiadas para el cultivo de granos. Creemos, por lo demás, que su uso pudo considerar también un sistema de señales camineras, descripción de ciertas zonas del cielo correspondientes a fechas claves para la actividad agrícola, en fin, se utilizó la piedra como sustrato de escritura de lo que convenía al aborigen conservar en la memoria.
